12/19/2011

Conagua: recomendaciones bien fundadas




Iván Restrepo

El pasado 9 de noviembre cumplió 58 años José Luis Luege, titular de la Comisión Nacional del Agua (Conagua). Para celebrarlo, reunió a sus amigos más cercanos en el Centro Asturiano. En realidad se trató de lanzar oficialmente su candidatura al gobierno de la ciudad de México por su partido, Acción Nacional. Digo oficialmente, porque el ingeniero lleva todo el actual sexenio en campaña. Entre los asistentes destacaron Vicente Fox y Diego Fernández de Cevallos. El primero dijo: Si yo estoy aquí tiene un significado. José Luis es un gran ejecutivo; lo conozco desde 1988. Llegará y hará la tarea; cuenta con todos nosotros. Mientras, Fernández de Cevallos afirmó que no pude negarme a venir a apoyar a un hombre de bien, comprometido con su partido, con el Distrito Federal y con México. A esos y otros halagos Luege respondió que con todo respeto, a los demás precandidatos del PAN él será el elegido. Voy a hacer todo el sacrificio por esta querida ciudad de México que ha llegado a su límite no solamente en el tema del agua, concluyó. El ingeniero también recibió los parabienes de Marta Sahagún; el cantante Emmanuel; la lideresa de ambulantes Alejandra Barrios; el presidente del Colegio de Ingenieros Civiles, Manuel Salvoch, y de empresarios, como Gerardo Gutiérrez Candiani.

Ese mismo día Luege recibía un regalo inesperado: la recomendación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) dirigida a la Conagua, al gobierno de Tabasco y a ocho municipios de esa entidad. En la recomendación la CNDH señala diversas irregularidades cometidas por dichas instancias oficiales. Entre ellas, obras inconclusas, omisiones, presuntos actos de corrupción e incumplimiento de normas que impidieron prevenir mayores daños y riesgos en las inundaciones ocurridas el año pasado.

Las anomalías cometidas en agravio de miles de tabasqueños deberán ser denunciadas e investigadas por el Órgano Interno de Control de la Conagua y por la Procuraduría General de la República a fin de deslindar las responsabilidades que sobre el particular tienen varios funcionarios.

En su recomendación, la CNDH resalta igualmente que la Conagua no envió todos los informes que le fueron requeridos, por lo que empleados de esa dependencia habrían incurrido en responsabilidad administrativa que debe ser investigada.

Habitantes de 56 comunidades de Tabasco habían interpuesto quejas ante la CNDH, alegando que las autoridades no concluyeron oportunamente el Plan Integral Contra Inundaciones (PICI) y el Plan Hídrico Integral para Tabasco (PHIT), a los que se destinaron miles de millones de pesos. Además de una serie de irregularidades que dieron por fruto obras inconclusas y que los beneficios que pudieron derivar de su correcta operación (como la disminución de los riesgos por las inundaciones) no sean una realidad.

El gobierno de Tabasco y los ocho municipios aceptaron la recomendación. Sólo Luege la rechazó en sus aspectos genéricos y puntuales por improcedente. Ante el rechazo, la CNDH pidió al Senado citar al titular de la Conagua, por la negativa sistemática del funcionario a aceptar sus recomendaciones. Como ya lo hizo en dos ocasiones motivadas por la contaminación de los ríos Usumacinta, y Santiago. Por primera vez, la CNDH ejercerá la facultad que le otorga la reforma constitucional promulgada en junio pasado, a fin de que los servidores públicos respeten plenamente los derechos humanos y cumplan con lo que al respecto señala la Constitución. Luege dice que demostrará que todo lo hecho por la Conagua en Tabasco fue conforme a los planes establecidos por las autoridades y para evitar mayores daños a la gente, en especial por las inundaciones.

Pese a tantos problemas que la distinguen, la ciudad de México sobresale por los logros sociales obtenidos a partir de 1997, por el clima de tolerancia y respeto a las normas constitucionales. Pésima carta de presentación ofrece un candidato a gobernarla que no acepta las recomendaciones (bien fundadas, además) de la CNDH. Quizás su actitud tenga que ver con la enorme corrupción y el y favoritismo que distinguen a la obra pública en Tabasco. Y que será imposible de borrar. Ni siquiera por las aguas de la próxima inundación.

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