8/24/2016

Que no habrá “más diálogo”


Utopía

Eduardo Ibarra Aguirre

Durante dos días del inicio del ciclo escolar 2016-17 en educación básica, el gobierno que dice “Mover a México” voltea al pasado, como si no tuviera un aprendizaje mínimo en su quehacer institucional, retoma la propaganda televisiva, radiofónica y digital como arma principal para mostrar y demostrar que el paro y las movilizaciones en 28 entidades del país son un fracaso a partir del lunes 22.
Veamos. Las autoridades de la Secretaría de Educación –a cargo de un titular que otra vez se refugió en planteles que dan clases a hijos de soldados, como para exhibir su aislamiento y debilidad o bien para enviar un mensaje ominoso a los paristas, o ambas cosas–, aseguran sin dejar margen para el error, que el ciclo escolar comenzó con una “asistencia prácticamente (sic) del ciento por ciento” de los 26 millones de estudiantes inscritos en educación básica, junto con un millón 211 mil profesores, en los 226 mil planteles que tiene el país.
“A nivel estatal, siempre de acuerdo con los datos proporcionados por las autoridades educativas locales, 27 entidades y la Ciudad de México reportaron cifras de asistencia estudiantil y apertura de escuelas prácticamente de ciento por ciento”, señaló la SEP en una gacetilla presentada como un comunicado y por supuesto difundida con amplitud por convicción o comisión de los editores y dueños del oligopolio radiofónico y del duopolio televisivo que estrenó conductora del noticiero estelar, la bella e inteligente Denise Maerker Salmón pero hasta la edición del día 21 no resultó menos oficialista que Joaquín López-Dóriga al informar del nuevo ciclo y el paro magisterial. De pasadita le digo que la pérdida de credibilidad y anunciantes de la televisora de Emilio Azcárraga y una docena de los dueños de México más, sus noticiarios y conductores, no la revertirán con los cambios de formatos y rostros. Es preciso modificar los contenidos y la programación de Televisa.
Si el paro magisterial “se redujo” a los estados de Oaxaca con 53 por ciento de las escuelas sin labores, Chiapas (58 por ciento), Guerrero (1 por ciento), Michoacán 3 por ciento e incluye docentes que asistieron a cursos y talleres, y en la Ciudad de México “sólo 11 se declararon en paro, mientras otras 30 se encuentran en paro activo” (Miguel Ángel Mancera), pues no se entiende el excesivo nerviosismo de las autoridades, incluido Enrique Peña Nieto, y tampoco el intenso activismo mediático de los funcionarios de la SEP y sus pares estatales, desde la madrugada del lunes y acaparando los micrófonos de cuanto noticiero existe.
Hasta donde la memoria alcanza, es Peña el primer presidente desde la fundación de la CNTE (17-XII-1979), que se ocupa de ella y lo hizo para volver al pasado que tanto pregonó y con pésimos resultados Aurelio Nuño: “No habrá más diálogo si no antes garantizamos que las niñas y niños puedan tomar educación en las aulas que hoy están cerradas”. Y sentenció: “No podemos hacer rehenes a la niñez y juventud de nuestro país a partir de ninguna causa, ni de ninguna demanda”.
Muy bien empleado el plural por el mexiquense de Atlacomulco, pues el gobierno con la política de “administrar” el conflicto y no transigir en la “reforma educativa” elaborada en la OCDE e impuesta por la partidocracia a sus legisladores, así como la intransigencia (¿firmeza?) de la CNTE para exigir su abrogación, son los educandos los que pagan los platos rotos.
Cuando el presidente de la república se niega al diálogo, instrumento básico de la política, es para inquietarse y mucho.
Utopía 1719. Que no habrá “más diálogo”. 24-VIII-16.

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